martes, 24 de enero de 2012

Una mañana. Mi amor de ojos azules. (haiku)

Despertó pronto por la mañana.
Sintió que el frío se colaba entre el edredón.

Sus ojos se abrieron de golpe,
pero hasta que no pestañeó
un par de veces,

no pudo enfocar la imagen
de la habitación
en que se encontraba.

 Trató de no pensar qué haría.

Sonrió.

El azul de sus ojos sonrió a su vez.

Retiró la manta de su cuerpo
y sintió cómo toda la piel se encogía
hasta casi sentir pinchazos.

El frío le acarició de inmediato.
Profundo placer adrenalítico.

Un café. Esa era la idea.
Y después, ya vería.

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