No te preocupes, niño,
las musas no te han abandonado.
Duermen en la noche
junto a la cabecera de tu cama
y rezan por ti a todos los dioses
que pueden recordar.
Sus ojos están en blanco
y las horas pasan,
y ellas no dejan de rezar y rezar.
No te preocupes, niño,
ellas te acompañan
en todo lo que haces:
en todas y cada una de las cosas.
En todos tus gestos.
No te preocupes, niño,
ellas saben que estás asustado
y solo,
ellas conocen
cada uno de tus pensamientos.
continúa, anda y no pares.
No te pares nunca,
sólo anda, camina,
anda, vamos, anda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario